Hoy en día es lógico conseguir un entrenador físico o nutricional  si queremos hacer un cambio en esas áreas, y si tenemos situaciones económicas un especialista financiero que nos asesore para resolverlo, desconociendo de fondo que no se trata de un problema de números, así como no pensamos que las relaciones fracasadas puedan tener origen en la  programación y la desconexión con el poder interior, lo mismo que las situaciones financieras, sin embargo, hablar de conseguir ayuda emocional genera tensión y duda, es casi un tabú, esto ocurre porque hemos sido condicionados desde nuestra infancia para aceptar como natural y lógico, la resignación, el sacrificio y el sufrimiento.

En otras palabras nos han enseñado y programado para limitar e inhibir nuestro Poder Interior y vivir con una versión personal limitada que haga caso omiso de  las frustraciones y los sentimientos de miedo, angustia y dolor, como lo experimentamos en las relaciones frustradas, pero que siga intentando conseguir sus sueños con unos recursos internos desempoderantes y confusos que nos impiden reconocer que tenemos el derecho de nacimiento a vivir felices, plenos y completos en todas las áreas de nuestra vida y menos imaginar, que entrenando nuestra mente con la información y forma adecuada podemos resolver prácticamente todas nuestras situaciones de infelicidad y abrirnos paso a la prosperidad y al amor que merecemos.